El hermano William Rivera, voluntario del Centro nos indica: “Que mejor manera que empezar diciéndoles que he trabajado en muchos lugares, pero ningún trabajo me ha hecho sentir tan pleno como el servir de voluntario en el centro. El primer día que fui al Centro de Auto suficiencia y Fondos Perpetuo no sabía qué hacer, estaba perdido, sólo fui para ayudar a mi amiga Desiré. Este primer día conocí a las personas que trabajan ahí los cuales me enseñaron. El segundo día fui porque me gustaba y me sentía feliz, y les puedo decir que en el centro se trabaja fuerte. En verdad me sentía súper bien haciendo este tipo de servicio, no sé por qué, pero me sentía completo. Hubo un día que nos dedicamos a llamar hermanos y ocurrieron muchas cosas; no contestaron las llamadas, otros enganchaban, otros contestaban, de todo, mucha gente nos decía que irían al centro el viernes, pero no estaba seguro si lo harían, porque cuando lo decían no me sentía bien y pensaba que solo lo hacían para complacerme. Llego ese viernes, Desiree y yo empezamos hacer llamadas a fin de que las personas llevaran sus perfiles, de la nada, el centro se fue llenando poco a poco, todas las computadoras estaban llenas, y cuando nos dimos cuenta el centro se ocupó en un 90%. Yo estaba muy feliz solamente de ver a toda esa gente ahí sentada y yo ayudándoles. Nunca había hecho algo con tanto amor.
Estoy agradecido de tener la oportunidad de servir como mentor voluntario del centro de auto suficiencia y de hacer que esas personas se fueran con una sonrisa triunfadora en sus rostros.
Sé qué esta es la Iglesia verdadera y si servimos al Señor con humildad y seguimos sus convenios seremos bendecidos. Sé que todo lo que El hace es por un propósito.