El presidente Nelson ha hablado repetidamente acerca del perdón en los últimos meses, suplicando a los Santos de los Últimos Días que pongan fin a sus conflictos personales, se liberen de los resentimientos que puedan estar albergando y perdonen a alguien que les haya hecho daño.
En los primeros días de su carrera quirúrgica, el presidente Russell M. Nelson de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tuvo una experiencia traumática que lo atormentó durante casi 60 años. Había intentado salvar la vida de dos niñas de la misma familia y ambas murieron.
“Sé por experiencia personal que el perdón bendice tanto al que perdona como al que es perdonado”, dijo el presidente Nelson, decimoséptimo presidente de la Iglesia y cirujano cardíaco e investigador médico de renombre mundial antes de comenzar a servir de tiempo completo en la Iglesia en 1984.
Compartió esta historia personal en un mensaje en vídeo de Pascua a principios de este año:
“Tres hijos de Ruth y Jimmy Hatfield padecían de cardiopatía congénita. Buscaron mi ayuda como cardiocirujano para sus dos hijas, Laural Ann y Gay Lynn. Se me partió el corazón cuando ambas niñas fallecieron después de que yo, las operara. Con razón, Ruth y Jimmy quedaron destrozados. Y me culparon a mí.
“Durante casi seis décadas”, continuó el presidente Nelson, “me ha atormentado esa situación. Estuve afligido por los Hatfield y varias veces traté de comunicarme con ellos, pero sin éxito”.
Hace unos años volvió a ponerse en contacto con la familia Hatfield. Esta vez, estaban dispuestos a reunirse con él.
“Me arrodillé, y derramé mi corazón. El Espíritu del Señor prevaleció. Me perdonaron. Y resultó ser un punto de inflexión en su vida y en la mía. Ahora atesoro la amistad que comparto con los Hatfield”, dijo el presidente Nelson.
“Piensen en su valor y humildad. Ellos estuvieron dispuestos a dejar de lado viejas heridas. El Espíritu del perdón los liberó de cargas que habían llevado durante casi 60 años”.
El presidente Nelson ha hablado repetidamente acerca del perdón en los últimos meses — suplicando a los Santos de los Últimos Días que pongan fin a los conflictos personales, se liberen de los resentimientos que puedan estar albergando y perdonen a alguien que les ha hecho daño. Elegir perdonar es una manera en que un discípulo de Jesucristo puede ser un pacificador.
“¿Cómo podemos esperar que haya paz en el mundo cuando, individualmente, no procuramos la paz y la armonía?” preguntó.
Qué es y qué no es el perdón
Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días creen que el perdón es un atributo divino y un mandamiento de Dios. Las Escrituras se refieren al perdón de dos formas. El Señor nos manda arrepentirnos de nuestros pecados y procurar Su perdón. También nos manda perdonar a los que nos ofendan o hagan daño. Esta serie de Church News se centra en el segundo aspecto del perdón: perdonarnos unos a otros.
La Guía para el Estudio de las Escrituras de la Iglesia explica el perdón de esta manera: “Cuando las personas se perdonan entre sí, se tratan con amor cristiano y no tienen malos sentimientos hacia los que las hayan ofendido”.
En una publicación en las redes sociales en el Día Mundial del Perdón en julio, el presidente Nelson definió el perdón como “no es un acto de una sola vez, sino un proceso continuo que requiere paciencia, compasión, comprensión y la fortaleza”. Invitó a todos a recordar el principio que Jesús enseñó al apóstol Pedro: perdonar “setenta veces siete” (Mateo 18:22).
Como dijo el presidente Nelson con respecto al establecimiento de la paz: “No estoy hablando de ‘la paz a cualquier precio’”. El establecimiento de la paz no requiere estar de acuerdo con las creencias o ideas de otros, señaló.
“Perdonar a los demás no significa condonar una conducta pecaminosa o delictiva. Y ciertamente no significa permanecer en situaciones de abuso”, dijo el presidente Nelson en su mensaje en video de Pascua.
Jesucristo hace posible el perdón
Si bien el presidente Nelson conoce de primera mano las bendiciones del perdón, también conoce — y reconoce — la dificultad de otorgar y aceptar el perdón.
“No es fácil perdonar a quienes nos han decepcionado, herido, engañado o difundido falsos rumores sobre nosotros”, dijo el presidente Nelson. “No obstante, no perdonar a los demás es veneno para nosotros. Los rencores son una carga. Los desacuerdos airados nos separan. La animosidad y el odio pueden dividir a las familias.
“Y, sin embargo, el consejo del Salvador es claro: ‘Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre Celestial’” (Mateo 6:14).
En la conferencia general de abril de 2022, el presidente Nelson instó a los Santos de los Últimos Días a poner fin a los conflictos personales que se desatan en sus corazones, hogares y vidas y a enterrar cualquier inclinación de hacer daño a los demás, incluido “el rencor contra alguien que les ha hecho daño”.