En un gesto de amor al prójimo y de servicio, el Hospital de Engombe recibió una donación por parte de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La entrega, compuesta por diez cunas hospitalarias neonatales fue recibida con gratitud y aprecio por parte de la directora del Hospital, la Dra. Carmen Nurys Mateo en representación del personal médico y administrativo.
José Manuel Flores, primer consejero de la Estaca Santo Domingo Las Caobas, representó a la Iglesia en la ceremonia de entrega, acompañado de Esther Villanueva y Miguel Mejía directora y director auxiliar de comunicaciones de la mencionada Estaca y del barrio Iván Guzmán.
El presidente Flores recalcó las colaboraciones anteriores que ha realizado la Iglesia al Hospital, además de compartir la parábola del buen samaritano “así como el samaritano ayudó al hombre y prometió que volvería” la Iglesia hace lo mismo, ya que las manos que ayudan, son las manos del señor. Expresó el compromiso continuo de la Iglesia de ayudar a quienes lo necesitan.
La actividad también contó con la presencia de Wagner Paniagua, Gerente Regional del departamento de Bienestar y Autosuficiencia para el Área del Caribe de la Iglesia, quien agradeció la oportunidad para agradecer la colaboración entre la Iglesia y el Hospital, permitiendo que las manos que ayudan de la Iglesia puedan ser recibidas para beneficio de los más necesitados. 'Para que las manos extendidas del Salvador puedan ayudar a los hijos de Dios”
La directora del Hospital, Dra. Carmen Nurys Mateo, junto con el equipo médico, expresó su profundo agradecimiento por esta generosa donación, destacando la importancia de estos equipos médicos para brindar atención de calidad a los recién nacidos y niños hospitalizados. La Dra. Mateo estuvo acompañada por la Dra. Pérez, encargada del departamento de Pediatría, la Dra. Alvarado, encargado del departamento de Epidemiología, y por la Licda. Alcántara, encargada del departamento de Hospitalización.
Esta colaboración entre la Iglesia y el Hospital de Engombe refleja el espíritu de solidaridad y cooperación que beneficia a toda la comunidad, especialmente a los más vulnerables.