El presidente de la Rama de Yamasa, Estaca Villa Mella, José Abraham Ramírez cuenta que cuando lo llamaron a la presidencia de la Rama de Yamasa solo tenía un hombre joven converso reciente y uno en edad de hombre joven sin ordenar.
Cuenta que en principio se sentía perdido y un poco frustrado porque sabía que tenía por delante mucho que hacer ---creí que sería difícil, pero lo que hice fue que preparé mis dos jóvenes, les enseñé y les encargue la bendición de la Santa Cena como su responsabilidad y que debían llegar temprano para prepararla cada domingo de reposo ---
También recibí la impresión de visitar junto con los dos jóvenes que tenía a otros tres jóvenes inactivos desde hacía aproximadamente cuatro años. Antes de ir a hacer las visitas oramos y fuimos donde estos jóvenes, al tiempo que les hablamos sobre la idea de formar un equipo de baloncesto.
Luego de conversar sobre esto, les invitamos a la iglesia. Posteriormente hablamos con sus padres sobre las bendiciones de que sus hijos asistan a la iglesia, ya que sus padres no son miembros de la Iglesia, pero estos nos prometieron que les ayudarían para que ellos asistiesen a la Iglesia.
En solo dos meses hemos logrado que ocho jóvenes estén asistiendo a la Iglesia, en este trayecto he aprendido mucho de esta experiencia. Una de las enseñanzas más importantes es la de entender de que los jóvenes necesitan ser aceptados y sentirse importantes. Tenemos los medios para ayudarles y uno de esos medios es darles responsabilidades para que ellos se sientan útiles.
Otra de las acciones que realizamos es crear actividades cada sábado, para mantenerlos activos y comprometidos. Como resultado, ha sucedido lo que mencionó el Élder David A. Bednar, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, en una capacitación que trató sobre 'El Uno Por Uno', indicando que un joven es el medio de traer a otro joven a la Iglesia.