Santo Domingo Este, República Dominicana: Con la participación de más de 600 personas entre Lideres Políticos, miembros de la Iglesia, relacionados y amigos, la Estaca Oriental de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, llevó a cabo su conferencia anual en la cual presentó una nueva presidencia de Estaca compuesta por los hermanos: Francisco Alberto Martínez Nuesi, presidente, Oliver Federico Recio Merejo, primer consejero y Moises Sánchez Ramírez, segundo consejero.
El anuncio fue ofrecido durante la sesión general, el domingo 4 de junio, a través del Élder Tomás G. Román, Setenta Autoridad de Área; en la cual miembros de la Iglesia de manera unánime, sostuvieron a esta nueva presidencia.
También, en esta conferencia fue relevado como Patriarca de la estaca al hermano Carlos Gonzalez y llamado el hermano Franklin Carrasco como el nuevo Patriarca de la Estaca Oriental.
El presidente entrante Francisco Alberto Martínez Nuesi, informó a la congregación sobre las difíciles circunstancias que tuvo que pasar después del fallecimiento de su primera esposa. Agrego, debemos preguntarnos que desea el Señor de nosotros y seguir sus designios.
El presidente saliente Rafael Gutiérrez, comentó “Mi corazón está lleno de gozo y satisfacción, la gratitud es la virtud obligada de aquel que se siente honrado por haber recibido algo que considera un privilegio. En mi caso, me siento privilegiado y honrado y mi corazón no puede henchirse más de gozo y satisfacción por haber servido a mi querida Estaca Oriental”
La reunión estuvo presidida por el Élder Jorge M. Alvarado, Setenta Autoridad General de La Iglesia, comentó: En ocasiones de nuestras vidas nos hacemos muchas preguntas, pero nosotros podemos ir siempre a la promesa en el libro de Moroni 10:3, en el libro de Mormón. He aquí, quisiera exhortaros a que, cuando leáis estas cosas, si Dios juzga prudente que las leáis, recordéis cuán misericordioso ha sido el Señor con los hijos de los hombres, desde la creación de Adán hasta el tiempo en que recibáis estas cosas, y que lo meditéis en vuestros corazones.