Una delegación de líderes internacionales de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, encabezada por el élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, participó la mañana de este viernes 11 de febrero de 2022, junto a los miembros del gabinete de salud que preside la vicepresidenta de la República Dominicana, licenciada Raquel Peña, en el acto de entrega de 250 cunas neonatales por un valor de más de 6 millones de pesos, las cuales están destinadas a beneficiar a miles de madres dominicanas y sus bebés en treinta hospitales pertenecientes al sistema nacional de salud pública.
“Esta es una donación que recibimos con mucho amor y gratitud, reconociendo la gran labor que por muchos años ha llevado a cabo la Iglesia, y a la vez garantizando que esta generosa donación llegue con toda transparencia, honestidad y justicia a quienes más lo necesitan”, expresó Raquel Peña, quien se encontraba reunida con los miembros del gabinete de salud.
Por su parte, el élder Soares explicó las motivaciones de la Iglesia para llevar a cabo este tipo de proyectos: “La extensa obra humanitaria de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en todo el mundo se basa en la sencilla realidad de que todos somos hijos de un Dios amoroso y justo, que considera a todos Sus hijos sin distinción y que, a través del don maravilloso de Su hijo Jesucristo, su vida ejemplar y sus enseñanzas, nos ha enseñado que ´…en cuanto lo habéis hecho a uno de estos, mis hermanos más pequeños, a mi lo hicisteis´”, citando las palabras de Jesús.
Según informó, el proyecto – al cual se refirió como “el primero de muchos otros” – responde a una reunión anterior sostenida con la vicepresidenta en agosto de 2021, en la que acordaron identificar posibles proyectos de cooperación en obras de bien social. La donación de las cunas fue recomendada por el equipo de la Vicepresidencia y la Iglesia decidió responder para ayudar a mejorar los servicios recibidos por las parturientas y sus bebés en los hospitales beneficiados.
“A nombre de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y de los más ciento treinta y cuatro mil miembros de la Iglesia en la República Dominicana…gracias por el privilegio de ayudarles a ayudar”, concluyó el apóstol, quien al final de su intervención ofreció una oración y una bendición sobre el país, su gente y sus autoridades, representados por los funcionarios presentes.
Por el estado dominicano, junto a la vicepresidenta, participaron en el acto el ministro de salud pública, doctor Daniel Rivera; el director ejecutivo del Servicio Nacional de Salud, doctor Mario Lama; y el director nacional de PROMESECAL, licenciado Adolfo Pérez León. Asimismo, por la Iglesia, estuvieron el élder Brent H. Nielson, de la presidencia de los Setenta; y el élder Eduardo Gavarret, de los Setenta y presidente del Área del Caribe, junto a otros funcionarios de la Iglesia.
Sobre el programa humanitario de la Iglesia
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días opera a nivel mundial una extensa labor de ayuda social a través de su brazo humanitario, una organización llamada LDS Charities, la cual utiliza las donaciones generosas de personas de todo el mundo para fortalecer las estructuras de bienestar gubernamentales y no gubernamentales a través de proyectos centrados en el principio de la autosuficiencia.
Desde 1980, a través de LDS Charities, la Iglesia ha llevado a cabo cientos de proyectos orientados a áreas como la salud, educación, vivienda, alimentación, producción, empleo, microempresa, respuestas ante desastres naturales y emergencias, entre otras.
Palabras del élder Ulisses Soares ante el gabinete de salud
Excelentísima vicepresidenta de la república, licenciada Raquel Peña;
honorable ministro de salud pública, doctor Daniel Rivera;
distinguido director del Servicio Nacional de Salud, doctor Mario Lama;
distinguido élder Brent H. Nielson, de la presidencia de los setenta de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días;
distinguido élder Eduardo Gavarret, presidente del Área del Caribe de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días;
estimados amigos e invitados, buenos días.
Es un honor para mí, en calidad de miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, junto a mis compañeros, hacer acto de presencia en este histórico lugar para reencontrarme con quienes consideramos buenos amigos y colaboradores, encabezados por la excelentísima vicepresidenta, licenciada Raquel Peña, con quien nos encontramos inicialmente en agosto de 2021 y nos recibiera con suma amabilidad y un espíritu de cordialidad, para dar seguimiento a conversaciones sostenidas previamente entre los líderes regionales de la Iglesia y el actual presidente de la república, excelentísimo licenciado Luis Abinader, en mayo de 2020, entonces candidato a la primera magistratura de la nación.
En aquella ocasión, expusimos ante la señora vicepresidenta nuestro interés en continuar la relación de colaboración existente entre la Iglesia y el estado dominicano, la cual es de larga data y ha impactado considerablemente la sociedad dominicana en obras de bien social desde hace más de cuatro décadas.
Con la ayuda de la vicepresidenta y su equipo, identificamos varias oportunidades para beneficiar a los más necesitados del país y, luego de varias sesiones de trabajo, arribamos hoy a la entrega de esta donación, la cual esperamos sea la primera de muchas en la continuación de esta fructífera relación de trabajo.
Por tanto, en esta ocasión tan significativa, hacemos entrega simbólica de una donación consistente en doscientas cincuenta cunas neonatales por un valor de seis millones de pesos, destinadas a bendecir a miles de madres dominicanas en más de treinta hospitales del sistema nacional de salud pública.
No es de sorprender que el primero de una serie de proyectos se centre en las necesidades de la mujer, en calidad de madre, y de los niños, al inicio de sus vidas terrenales. Para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la vida es el mayor de todos los dones divinos. Creemos que Dios, Nuestro Padre Celestial, tiene un plan eterno para todos Sus hijos, en el cual el nacimiento juega un papel crucial. Cuando este evento milagroso inicia con dignidad y con la esperanza de una buena vida, es más fácil acometer nuestra jornada sobre la tierra con optimismo y aliento para seguir adelante.
La extensa obra humanitaria de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en todo el mundo se basa en la sencilla realidad de que todos somos hijos de un Dios amoroso y justo, que considera a todos Sus hijos sin distinción y que, a través del don maravilloso de Su hijo Jesucristo, su vida ejemplar y sus enseñanzas, nos ha enseñado que “…en cuanto lo habéis hecho a uno de estos, mis hermanos más pequeños, a mi lo hicisteis”. (Mateo 25:40). Por tanto, esta es para nosotros, como Iglesia, una gran comisión la de servir y ayudar a todos los que lo necesiten, sin distinción de raza, credo, nacionalidad o condición social. Asimismo, tal como el Estado ha unido esfuerzos con nosotros en identificar oportunidades para llevar esta necesaria labor a la práctica, unimos nuestra voluntad a las de muchas otras organizaciones con el mismo interés de servir a la sociedad, especialmente a los más vulnerables.
A nombre de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y de los más de ciento treinta y cuatro mil miembros de la Iglesia en la República Dominicana, señora vicepresidenta, señor ministro y señor director, gracias por el privilegio de ayudarles a ayudar.
Que el Señor les bendiga y sostenga en las sagradas responsabilidades que les ocupan, al dar lo mejor de sí para servir a su nación y a sus conciudadanos, siempre con la guía divina y el favor de Dios.
Muchas gracias.
