Día de gozo y paz en el templo

'Santidad al señor” es mi objetivo hoy, servir a otros en su casa es una bendición que nos llena el corazón. Seguiremos el ejemplo del Salvador al estar en el santo templo hoy.

Cada semana llega nuestro día especial, nuestro turno en el templo, podemos servir en la casa del señor y sentir su amor al ayudar a otros hermanos a recibir sus convenios y ordenanzas en su santa casa.

Las cinco de la mañana, es hora de levantarme si quiero llegar a tiempo, el tránsito se pone pesado a medida que avanza la hora y tenemos nuestra reunión de obreros a las siete de la mañana. Unas caminan a la parada del metro, otras a la parada del autobús, algunas deben tomar varios vehículos de transporte pues la distancia es larga y debemos llegar a tiempo. Con cuidado, con precaución porque todavía está oscuro al amanecer y con mucha prisa y amor vamos a llegar a tiempo.

Jóvenes, adultas, casadas, solteras, viudas, madres, abuelas, ¡qué felicidad es servir todas juntas en el templo! llegamos a nuestra reunión y tomamos nuestra asignación del día, vamos a darle lo mejor a nuestro padre en su casa. Recibamos a todos con una sonrisa y vamos a ayudarles a sentir la paz y el consuelo que vinieron a buscar.

Que dicha es ver a nuestros hermanos llegar, pasan las horas muy aprisa hoy, nuestra entrega en cada función no nos deja pensar en el reloj. Nuestra agenda diaria está en pausa, estamos sirviendo en la casa del señor.

'Santidad al señor” es mi objetivo hoy, servir a otros en su casa es una bendición que nos llena el corazón. Seguiremos el ejemplo del Salvador al estar en el santo templo hoy.

Terminó la jornada y llenas de gozo y paz volvemos a la rutina de la vida esperando nuestro próximo día con alegría para cruzar el umbral de santidad que nos ofrece su casa. ¡A prepararnos para regresar!