Ser mujer y pertenecer a la Sociedad de Socorro: Un gran privilegio

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Cada mes de marzo, nos unimos con alegría y humildad a la celebración del Día Internacional de la Mujer y al aniversario de la Sociedad de Socorro.

La Sociedad de Socorro se organizó el 17 de marzo de 1842. Es una organización para mujeres mayores de 18 años y su propósito principal es brindar apoyo a las necesidades temporales y espirituales de todas las mujeres de la Iglesia, así como de todos aquellos que lo necesiten. 

Emma Smith, la primera presidenta de la Sociedad de Socorro, dijo a las 20 mujeres presentes en su primera reunión: “Vamos a hacer algo extraordinario”.[1] Hoy en día, 179 años más tarde, la organización cuenta con más de 7 millones de miembros, en 170 países y es la organización de mujeres más grande del mundo.

Como hijas del Padre Celestial, las mujeres son parte esencial de Su plan de salvación. “Sin ustedes el plan no podría funcionar “dijo el presidente Gordon B. Hinckey durante un discurso pronunciado en al Conferencia General de octubre de 1996. Y prosiguio, “Sin ustedes la totalidad del programa se vería truncado. Como lo he dicho antes desde este púlpito, cuando se verificó el proceso de la creación, Jehová, el Creador, bajo la guía de Su Padre, primeramente separó la luz de las tinieblas, y después separó la tierra de las aguas. Entonces creó todo genero de vegetación, seguido por la creación de los animales. Después fue creado el hombre y, para culminar ese acto de divinidad, como coronación, creó Dios a la mujer“[2].

almohadas del corazón
Hermanas de la Sociedad de Socorro de San Juan, Puerto Rico, confeccionan sobre 300 almohadas cada año, las cuales son donadas al Hospital Oncológico de San Juan

En el área del Caribe, miles de mujeres forman parte de esta organización de alcance mundial. Las culturas pueden ser diferentes y pueden existir las barreras del idioma, pero todas ellas tienen un mismo fin común, la oportunidad de formar parte de una organización que enseña a edificar la fe en Jesucristo, alienta el estudio y la superación personal, hace hincapié en el valor divino de la mujer, ejerce la caridad y el servicio, fortalece a la familia y crea un sistema de apoyo y amistad.

La obra y el propósito de la Sociedad de Socorro

La Sociedad de Socorro prepara a las mujeres para las bendiciones de la vida eterna al aumentar la fe en el Padre Celestial y en Jesucristo y Su expiación; fortalecer a las personas, las familias y los hogares mediante las ordenanzas y los convenios y trabajar en unidad para ayudar a los necesitados[3].

Aumentar la fe en el Padre Celestial y en Jesucristo y Su expiación

Clara Mercedes, Estaca Central, República Dominicana

Me siento agradecida de ser mujer, de ser hija del Padre Celestial y sentirme amada por Él. Amo al Salvador Jesucristo y siento gratitud por su eterno sacrificio.

Jeisa Vasquez, Estaca San Juan, Puerto Rico

 “El ser mujer es una bendición divina. Somos un linaje especial.  El saber que soy una hija de padres celestiales, me ayuda a valorar más quien soy y conocer el propósito que Dios tiene para mi y para  cada una de sus hijas. Además, al formar parte de la organización de la Sociedad de Socorro he aprendido la importancia de la unión entre mujeres.  Esta es una hermandad de amor y servicio hacia los demás. Tengo la certeza de que al servir unidas podremos continuar la labor de edificar el Reino de Dios aquí en la tierra“.

Jessy De León, Estaca de Toa Baja, Puerto Rico

“Me siento honrada por ser lo que soy: mujer.  Al ser parte de la Sociedad de Socorro puedo compartir con otras mujeres, quienes como yo, tienen un mismo propósito: agradar y servir más a Dios“.

Esther Angervil Charles, Barrio Petite Place Cazeau, Haití

¡Soy mujer y formo parte de la organización de mujeres más grande del mundo! Mi naturaleza es divina y tengo un propósito al venir a esta tierra: tener un cuerpo físico y prepararme para volver a la presencia del Padre Celestial.

Fortalecer las familias y hogares por medio de ordenanzas y convenios

Myrna Agosto, Barrio Carolina, Puerto Rico

La Sociedad de Socorro fue creada para cuidarnos y velar por el necesitado y el caído. Cuando pienso en el hecho de que soy mujer y que pertenezco a esta organización, me lleno de mucho amor. Que maravilloso es pertenecer a un grupo de mujeres de fortaleza, de fe, de esperanza, valientes y que Aman al Señor.

Yvena Saintil Pamphile, Barrio Torselle, Port-au-Prince, Haití

“Me siento feliz de ser gran parte de la creación de Dios, y el saber que como madre, puedo traer almas a la tierra para completar Su plan.  Gracias a la Sociedad de Socorro puedo enfatizar mi potencial divino como hija de nuestro Padre Celestial. Agradezco a esta organización por las bendiciones que aporta a las vidas de todas las demás mujeres que forman parte de ella“.

Ángeles Vázquez Reyes, Puerto Rico

“Uno de los privilegios más grandes como mujer, es ser copartícipe del Padre Celestial en Su plan de Salvación”.

Trabaja en unidad para ayudar a los necesitados

Pam Kotiah, Barrio San Fernando, Trinidad y Tobago

Es un placer divino ser mujer y pertenecer a la Sociedad de Socorro, donde mujeres amables me comprenden y están dispuestas a ayudarme en cualquier situación en mi vida. Es útil saber que no estoy sola.

Patricia José, Estaca Las Caobas, República Dominicana

En los años que he pertenecido a la Sociedad de Socorro he tenido la oportunidad de crecer y mejorar mis habilidades al adquirir diversos conocimientos seculares y espirituales. Los he recibido de distintas líderes y hermanas que, con amor, servicio y dedicación lo han compartido conmigo. Amo pertenecer a la Sociedad de Socorro. Soy una mejor mujer, madre y esposa gracias a ello.

 



[1] “Algo extraordinario”: los inicios de la Sociedad de Socorro. 5 de septiembre de 2018

[2] Gordon B. Hinckley, “Las mujeres de la Iglesia”, Conferencia General, octubre 1996


[3] Manual General de Líderes, sección 9.1.1