Desde el primer sismo registrado el 28 de diciembre de 2019, cerca de 600 réplicas se han verificado, situación que mantiene a miles de habitantes de la región sur de Puerto Rico en incertidumbre y ansiedad. La mayoría de las personas rehúsan regresar a sus hogares, ya que se sienten inseguros y temen que sus casas se derrumben fruto de los temblores.
Muchas personas están emocionalmente afectadas, por lo que Servicios para la Familia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ha comenzado a brindar ayuda emocional en Ponce. En ese sentido, dos sesiones de terapia grupal se llevarán a cabo el domingo 19 de enero, una en la capilla de Ponce I a las 12:30 p.m. y la otra en el centro de reuniones de Mayagüez a las 4:00 p.m. Asimismo, solo se tendrán reuniones sacramentales para que las personas tengan más oportunidad de servir.
El gerente de Servicios para la Familia de la Iglesia en el Área del Caribe, Raúl Rodríguez, ha estado coordinando la asistencia emocional en los lugares afectados, informando que, con la ayuda de tres sicólogos, se han atendido de manera individual a once personas en total.
“En campamentos que las personas han improvisado, podemos percibir que la gente tiene mucho temor. Todos los que hemos visto no quieren volver a sus casas hasta tanto la situación se normalice. En vista de ello y entendiendo que hace ya muchos días que esto sucede, estamos reuniendo un equipo de profesionales, psicólogos terapeutas, que puedan trabajar con los más afectados”, refirió Rodríguez.
Los líderes locales de la Iglesia se reúnen todos los días para analizar las necesidades que van cambiando de acuerdo con el paso de los días. Los esfuerzos voluntarios continúan enfocados en ayudar a almacenar, organizar, empacar, cargar y distribuir las ayudas colectadas desde el centro de acopio de Ponce.

Profesionales de Servicios para la Familia de la Iglesia de Jesucristo, han comenzado a proveer asistencia emocional mediante entrevistas en diferentes localidades del sur de Puerto Rico


Algunas familias permanecen en sus propiedades pero no dentro de sus hogares.


Vehículo aplastado en una residencia del Municipio de Yauco
