El guardar el día de reposo

El guardar el día de reposo
Elder Bien Aimé

Nací en una familia de muchos niños y recuerdo que podía tener conversaciones abiertas con mi madre. Un día, le pregunté: “Mamá, ¿por qué uno de mis compañeros de clase siempre obtiene las calificaciones más altas en la clase?” Ella me miró y amablemente respondió: “Es cierto que vas a la misma escuela; pero él hace algo diferente que tú. De hecho, él va a la iglesia todas las semanas, pero tu solo asistes a la Iglesia de vez en cuando”.

Desde ese día, hice un compromiso personal de asistir siempre a la iglesia los domingos para me fuera mejor en la escuela. Mis calificaciones mejoraron porque iba a la iglesia regularmente; aunque no siempre entendía completamente las enseñanzas.

Más tarde, me uní a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, donde me enseñaron la importancia de santificar el día de reposo. Pronto me di cuenta de que ir a la Iglesia no era solo una cuestión de obtener buenas calificaciones en la escuela, sino también una cuestión de darle prioridad a Dios en nuestras vidas. Es una cuestión de santificar el día de reposo [Ver Éxodo 20:8], una cuestión de participar de la Santa Cena para que podamos recordar a Jesucristo y Su expiación siempre, y finalmente una cuestión de vida eterna, que es el regalo más grande de Dios para los que perduran hasta el fin.

Además, una de las bendiciones más grandes que veo en mi vida es aprender de Jesucristo y Su Evangelio eterno y, sobre todo, de santificar Su día de reposo. Mi comprensión del propósito del día de reposo también aumentó.

Como leemos en 'Principios del Evangelio', aprendemos que:

“El propósito del día de reposo es el de darnos cierto día de la semana en el cual centrar nuestros pensamientos y acciones en Dios. No es simplemente un día para descansar del trabajo cotidiano, sino que es un día sagrado que debemos dedicar a la adoración y a la reverencia. Al descansar de nuestras tareas y actividades diarias, nuestra mente queda libre para meditar sobre cosas espirituales. En ese día debemos renovar nuestros convenios con el Señor y alimentar nuestra alma con las cosas del Espíritu.”

En una enseñanza del élder Bruce R. McConkie (1915–85), entonces miembro del Quórum de los Doce, este dijo que el guardar el día de reposo es un principio eterno, y señaló cinco casos en las Escrituras cuando el Señor requirió guardar el día de reposo:

  1. “Desde el día de Adán hasta el éxodo de Egipto, el Sabbat conmemoró el hecho de que Cristo descansó de sus labores creacionales en el séptimo día (Ex.20:8–11).”
  2. “Desde el éxodo hasta el día de la resurrección [de Cristo], el Sabbat conmemoró la liberación de Israel de la esclavitud egipcia (Deut. 5:12-15).”
  3. “Desde los días de los primeros apóstoles hasta el presente, el Sabbat ha sido el primer día de la semana, el Día del Señor, en conmemoración del hecho de que Cristo salió de la tumba el domingo (Hechos 20:7).”
  4. “Los Santos de los Últimos Días guardan el primer día de la semana como su día de reposo ... porque el Señor así lo ordenó por revelación directa (DyC 59).”
  5. “El Guardar el día de reposo fue una señal entre el antiguo Israel y su Dios por el cual se conocía al pueblo elegido (Neh. 13:15–22; Isa. 56:1–8; Jer. 17:19–27; Ezequiel 46:1–7)”

Hoy somos muy bendecidos porque Dios nos revela, a través del programa inspirado 'Ven, sígueme', una de las maneras de adorarlo en su día. Este es un programa que ayuda tanto a individuos como a las familias a cuidarse mejor entre sí, a dar nuestras más altas prioridades a Dios, y al hacerlo, también nos ayudará a prepararnos a nosotros, a los miembros de nuestra familia y a nuestros prójimos para la segunda venida. de Jesucristo

Cuando medito en mis años de juventud, agradezco a mi madre que me ayudó a estar comprometido a asistir a la Iglesia todos los domingos. Además, estoy muy agradecido por la Restauración del Evangelio de Jesucristo que me ayuda a profundizar mi conocimiento para encontrar una mejor manera de santificar el día de reposo. Y, al renovar mis convenios, también estoy agradecido por el día de reposo, que es una delicia en mi vida y en la de mis seres queridos. Les testifico que las bendiciones y promesas que se encuentran en Isaías (vea Isaías 58:13-14) pueden ser suyas si aceptan esta invitación de venir y seguirle a Él santificando Su día.