“‘¿Todos tienen necesidad de arrepentirse?’ La respuesta es sí”.
Esta fue la declaración del presidente Russell M. Nelson en la sesión general del sacerdocio de abril 2019 de la conferencia general del sábado, 6 de abril. En su mensaje a los poseedores del sacerdocio de todo el mundo, enseñó la verdadera naturaleza del arrepentimiento.
“Al escoger arrepentirnos, ¡escogemos cambiar! Permitimos que el Salvador nos transforme en la mejor versión de nosotros. Escogemos crecer espiritualmente y recibir gozo, el gozo de la redención en Él. Al escoger arrepentirnos, escogemos llegar a ser más semejantes a Jesucristo”.
El presidente Nelson hizo notar varias maneras en que los hombres de la Iglesia pueden ser mejores, incluyendo en cómo tratan a las mujeres en sus vidas, comenzando con sus esposas, hijas, madres y hermanas.
“Hermanos, su primer y principal deber como poseedor del sacerdocio es amar y cuidar de su esposa. Lleguen a ser uno con ella; sean su compañero; facilítenle a ella querer ser la suya. Ningún otro interés en la vida debe cobrar prioridad por encima de edificar una relación eterna con ella”.
Continuó diciendo, “Nada en el televisor, los dispositivos móviles ni las computadoras es más importante que el bienestar de ella”.
Aparte de honrar a las mujeres en sus vidas, el presidente Nelson también dijo que los hombres pueden ser mejores en arrepentirse a diario, tratando sus cuerpos con respeto y siendo uno con su esposa.
Luego el presidente Nelson dio un consejo memorable:
“Todos podemos actuar mejor y ser mejores de lo que hemos sido. . . . Tenemos que levantarnos del sofá, dejar el control remoto y despertar de nuestro letargo espiritual. Es hora de ponernos toda la armadura de Dios, para que podamos embarcarnos en la obra más importante de la tierra”.
Concluyó su discurso con varias bendiciones proféticas:
“Los bendigo para comunicar el amor del Salvador a su esposa e hijos, y a todos los que les conozcan; los bendigo para que actúen mejor y sean mejores; y los bendigo para que, al hacer esos esfuerzos, experimenten milagros en su vida”.
Vea el mensaje completo del presidente Nelson de la sesión general del sacerdocio.
Preguntar “¿A que conducirá esto?” ayuda a tomar mejores decisiones
El presidente Dallin H. Oaks, Primer Consejero en la Primera Presidencia, alentó a los poseedores del sacerdocio a considerar cómo las decisiones que tomen hoy afectarán su futuro.
“Nuestro presente y nuestro futuro serán más felices si siempre somos conscientes del futuro. Cuando tomamos decisiones actuales, siempre debemos preguntarnos: ‘¿A qué conducirá esto?”’.
Hizo mención de varios tipos de decisiones que los miembros enfrentan regularmente. Uno es la elección “entre hacer algo o no hacer nada”. Otra es la decisión entre dos cosas buenas. “Debemos considerar con sumo cuidado qué es lo que perdemos durante el tiempo que dedicamos a una actividad, aunque esta sea perfectamente buena en sí misma”.
El consejo final del presidente Oaks fue recordar que, como discípulos de Jesucristo, nuestras decisiones siempre deben de guiarnos a “la senda de los convenios que pasa por el templo y hacia la vida eterna, el mayor de todos los dones de Dios”.
Vea el mensaje completo del presidente Oaks de la sesión general del sacerdocio.
Sostener a nuestros líderes, otros poseedores del sacerdocio y miembros de la familia
El presidente Henry B. Eyring, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, enseñó del poder que viene cuan ejercemos la fe en sostener a nuestros líderes y nuestras familias.
Sugirió distintas maneras en las que los poseedores del sacerdocio pueden sostener a sus líderes en cuanto al consejo que dan durante la conferencia general. Enseñó que a medida que hagan esto, el Señor aumentará su fe en sus líderes y llegarán a ser más unidos como poseedores del sacerdocio y como familias.
“En el cuórum del sacerdocio y en la familia, una mayor fe para sostenerse el uno al otro es el modo en que edificamos la Sion que el Señor quiere que creemos. Con Su ayuda, podemos hacerlo, y lo haremos. Requerirá aprender a amar al Señor con todo el corazón, alma, mente y fuerza; y amarnos unos a otros como a nosotros mismos”.
El presidente Eyring concluyó diciendo, “Al tener más amor puro de Cristo, se nos ablandará el corazón; dicho amor nos hará humildes y nos conducirá a arrepentirnos. Nuestra confianza en el Señor y nuestra confianza mutua aumentará; y entonces avanzaremos hacia llegar a ser uno, como el Señor promete que podemos ser”.
Vea el mensaje completo del presidente Eyring de la sesión general del sacerdocio.
Vea la sesión general del sacerdocio de la conferencia general de abril 2019.